Raúl fue un jugador que representó una época gloriosa del Cultural Maniños en la década de los 70 y especialmente en sus principios con su momento más álgido con la consecución del Campeonato Gallego de Aficionados aquel enero de 1971. Aquel año histórico conquistando todos los títulos en juego. Muchos años defendiendo la portería blanca siendo un ejemplo tanto dentro como fuera de los terrenos de juego.
Desde estas líneas mandar muchos ánimos y un fuerte abrazo a toda su familia, amigos y allegados del bueno de Raúl al que nunca se olvidará en O Pote.
El domingo antes del partido del primer equipo se guardará un respetuoso minuto de silencio.
Hasta siempre Raúl.
DEP
