Empate agridulce en la tarde de este domingo en el Municipal de Los Pinares ante uno de los equipos revelación de la temporada, el CCD Queixas que venía de firmar un magnífico comienzo de temporada no notando el cambio de categoría, cosa que al Cultural Maniños, le está costando asimilar. Empezaron los locales mejor que en partidos anteriores, muy metidos y llevando el ritmo del partido ante un rival duro, veterano y bien colocado sobre el terreno de juego que supo solucionar con aciertos las opciones de gol que tuvieron los blancos, que no estuvieron acertados de cara al gol, ya fuera con escaso acierto ante la portería visitante, la buena actuación del meta o incluso alguna mala decisión en los ,metros finales. El caso es que el partidos e fue al descanso con el resultado inicial y con la sensación de haber perdonado a los visitantes y eso habitualmente trae funestas consecuencias.
La segunda parte empezó de igual modo pero con un Queixas que por mediación de su delantero centro Álvaro, estaba empezando a sembrar inquietud en la zaga blanca. Antes de la jugada del primer gol del partido, se produce la primera jugada polémica, clara mano dentro del área del Queixas que el linier (Cristian Vilda) a dos metros prefiere mirar para otro lado cuando por su ubicación era perfecta la visión. La jugada es tan clara que los propios jugadores del equipo visitante la reconocen así como el observador arbitral situado en la tribuna. Llueve sobre mojado.
Pero una gran jugada del delantero del Queixas, Álvaro, que cogiendo un balón en medio campo, no fue capaz de ser frenado por la defensa blanca, llegó hasta prácticamente la línea de fondo para hacer un medido pase al segundo palo y allí apareció Pablo poniendo el (0-1) en el marcador. Iban 10 minutos de la segunda parte y de nuevo tocaba remar a contracorriente. Pero desde ese momento hasta que Borja consiguió el empate, se pudieron ver los mejores minutos del Maniños esta temporada, con un acoso y derribo espectacular, con un equipo llevado en volandas por una afición volcada. Así Pelé tuvo el empate con un balón que después de dar en un defensa fue como una folla seca que salío desviado por milímetros. A la salida del córner y tras un rechace, latigazo de Morocho ala escuadra... hasta que por fin un balón al borde del área fue controlado por Borja que dirigió un misil a la portería visitante poniendo el (1-1).
El partido en ese momento caía del lado blanco pero ahí faltó un poco de tranquilidad, de calma, para dar ese último pase...también el Queixas tuvo sus opciones con buenas contras y con la aparición en el campo de su jugador Jose Cotelo, capaz de poner cualquier saque de banda y desde cualquier posición del campo en el área pequeña. En este escenario de partido loco y sin control se sucedieron las oportunidades y hay que ser justos reconocer que se le anula un gol al Queixas por fuera de juego dudoso y en la única carrera que se pegó el colegiado (José A. Rodríguez Dopico) en todo el partido, señala un penalti en contra del Maniños (ahí no tuvo dudas, corriendo como un poseso al punto de penalti), invalidado por un fuera de juego anterior. El Maniños tuvo la última en un gran disparo de Jorgito que de nuevo el meta visitante resuelve con una gran parada. Y en esta locura de final de partido en le que por momentos el Maniños jugó con 10 por la lesión de Arturo, el partido llegó a su fin.
Un punto que sabe a poco pero que esperemos sea el punto de partida para que los buenos resultados sean algo habitual y no algo anecdótico. Felicitar al CCD Queixas por su buen comienzo de temporada así como a su afición y directiva por su buen comportamiento y amabilidad.
Lo peor del partido sin duda la pésima actuación arbitral, muy lejos del nivel del partido, y de la categoría, con un árbitro que dirige todo el partido desde su parcelita en el círculo central y con un linier (Cristian Vilda) que sinceramente no se puede entender su actitud, sólo pendiente de lo que pasa fuera del partido, echando miradas desafiantes a todo el mundo y contestando a todo aquel que se mueve en su alrededor. De la misma manera que jugadores, entrenadores y directivos deben pensar en sus actos y en su comportamiento (y normalmente si se equivocan pagan por ello) estos señores también se deberían parar a reflexionar sobre su proceder y donde estás los límites de una persona o personas que se les presupone que vienen a impartir justicia. No vale todo para unos y nada para otros.
Una pena tener que dedicar unas líneas a unas personas que no deberían ser los protagonistas cuando en realidad los protagonistas (y a ver si alguno se da por enterado) son los jugadores y los equipos a los que desde aquí felicitamos.
A seguir trabajando, el equipo cada día mejor, ya se compite mejor aunque queda por solucionar esos errores evitable y que en esta categoría penalizan duramente.
GO MANIÑOS
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