miércoles, 21 de enero de 2015

DEL FÚTBOL, EL BARRO Y LOS PARTIDOS DE LAS CUATRO (POR MANEL DÍAZ)

Choche en Vilaboa (Culleredo)
Trabajar toda la semana (los todavía afortunados), entrenar después de la jornada y los domingos coger tu coche, echarle gasoil y hacerte un montón de kilómetros para jugar en un campo embarrado, ducharte con agua fría y tomarte unas cervezas después del partido hayas ganado, perdido o empatado. Esto último es lo mejor y lo que nunca hacen los jugadores de élite, el resto tampoco…claro.

Trabajaría Cristiano Ronaldo todos los días por menos de mil euros al mes, para luego entrenar como el que más a cambio de únicamente de tu satisfacción personal? Cogería un utilitario sin tapacubos al que le patina el embrague para conducir por las carreteras gallegas que te llevan a Carnoedo, Bertamiráns o Rua de Petin?

El fútbol modesto lo es por amor al arte, el futbolista aficionado si puede besar el escudo sin temor al reproche de la afición cuando cambie de club. Entrenadores y directivos no dan ruedas de prensa pero lidian con toros sin recortar y sufren ahora las cornadas de una crisis que ahoga más a los más pequeños.

El fútbol del barro tiene los días contados, el verde artificial se impone para bien y para mal. Soy de los que piensa que con todas sus ventajas la hierba que no huele está acabando con la esencia del perfume.

Hoy asistimos a la defunción de la hierba y el barro en el campo de Vilaboa (la de Culleredo) y todo parece indicar que en Maniños vamos por el mismo camino, al menos dentro de las líneas de cal. Me alegro por el club y por sus deportistas, pero que queréis que os diga, O Pote ya nunca será lo mismo.

Hoy en Vilaboa (la de Culleredo) éramos más de cien a las cuatro de la tarde, la hora del fútbol los domingos cuando no había televisión (pocos se acordarán) y cada quince días me junto en la grada de O Pote con otros tantos fieles del barro, las rifas de cuatro cifras y la cantina en el intermedio de un partido de fútbol de los de verdad.

Nada mejor para la vista que un dribling de Leo Messi o un remate duro de CR7 pero nada mejor para el sentimiento que un gol del último clasificado en primera regional que pelea con dignidad cada jornada por salir del barro del descenso (nunca mejor dicho).

El fútbol espectáculo es fútbol y es espectáculo. El fútbol modesto es ante todo eso, fútbol.

GO MANIÑOS!!! Y PALANTE!!!

Por Manel Díaz