Este 22 de Febrero será recordado
en nuestro Club como un día inesperado de malas noticias, nos informaban del
fallecimiento de nuestro amigo Toñín.
Toñín será recordado porque ha
sido una persona importante para el Maniños, fue su padre quien ocupó el cargo
de presidente unos pocos meses debido a su prematuro fallecimiento aunque formó parte de la directiva durante muchos años, pero él como jugador a finales de los 70´s se hizo
dueño de la banda derecha del campo. Era un lateral de los duros, no dejaba ni
pasar el viento por su banda, todo el mundo sabía que si quería pasar por su
zona de juego tendría que sudar mucho. Defendió el escudo del Maniños hasta
este sábado. Pero siempre le caracterizó el sentimiento que sentía por este
humilde Club.
Con el paso de los años se convirtió en un fiel aficionado del equipo de sus amores, y poco a poco se fue haciendo con el cariño de la gente, llegando a estar en la directiva actualmente.
En un principio pasó bastante
desapercibido por todo el mundo, era un directivo más, pero este último año
sabía que había que arrimar el hombro para sacar el nuevo proyecto adelante, y
con pie firme se hizo más visible que nunca, allí donde jugaban los equipos,
allí estabas tú TOÑIN, con tus aplausos, ánimos y cariño por cada uno de
nuestros jugadores.
Pero hay que reconocer que tenía
una especial predilección por el equipo
femenino, el cual no se perdió ningún partido, gran amigo de nuestra delegada
PILI, a la cual ayudaba en todo lo que hiciera falta.
Hizo gran equipo con nuestra
presidenta Puri, fiel escudero a su lado.
Y como dijimos antes, su equipo
femenino, que lo cuidaba con todo detalle, aunque su debilidad dentro del campo
era Pau, que siempre le dedicaba alguno de sus goles y este domingo pasado,
todo el equipo le dedicó la victoria frente al Mandía (2-1), una victoria
agridulce, al saber que él ya no podía estar presente, Pau le dedicaba el
primer gol y Lucía el segundo.
Gracias Toñín, por todo ese
trabajo y cariño que nos has demostrado, este fin de semana todos hemos llorado
tu perdida y donde todos te recordaremos.
Un pedacito del escudo te lo has
llevado al cielo