FUTBOLISTA POR UN DÍA (POR CYA)

CYA

¿Quién no ha soñado con ser futbolista profesional? Desgraciadamente no hablo de la ilusión de un niño por estar un día en el lugar de sus ídolos deportivos. Hablo del interés de sus progenitores, hablo del alto grado de exigencia al que se someten nuestros pequeños, hablo de la profesionalización en las categorías base. Soy un gran defensor de las cosas bien hechas y creo en el progreso continuo, pero me gusta aferrarme a la idea de aquel señor que entendía poco de fútbol pero que mostraba valores en su equipo como el compañerismo, la amistad…..Señores, ¿Dónde quedo ese fútbol callejero, desordenado, pillo y creativo? La ausencia del egoísmo personal brillaba por su ausencia, pero todo aquello para bien o para mal quedo atrás.

Ahora lo ideal es estar formados, para prevenir lesiones, para tener buenos hábitos deportivos, para adquirir conceptos tácticos, técnicos, físicos….¿ Es eso lo que necesita un niño? En mi humilde opinión NO, eso lo necesita el club que quiere prestigio porque dirá que salió de sus filas el nuevo ídolo de masas, porque siente la imperiosa necesidad de sentirse grande al lado de otros y no ve que hunde a sus semejantes a cambio de poca cosa. Queridos padres y madres paremos un momento el ritmo de nuestras vertiginosas vidas y valoremos que los niños quieren ser niños, divertirse, jugar, hacer amigos y por ultimo aprender a jugar al fútbol. La ambición y el egoísmo no son valores infantiles. Somos  los adultos los grandes culpables de que la infancia deje de ser inocente y maduren prematuramente aquellos a los que le sobrara el tiempo de ser “mayores “.

Llenemos las bases de los diferentes equipos de la zona en la que nos encontramos y démosle la oportunidad a otros clubes de demostrar que son buenos en lo que hacen, que saben formar, que saben transmitir valores deportivos y también humanos. Tengan la personalidad suficiente para embarcarse en aquella “chalana” que quiere mejorar el casco de su embarcación sobre el que se sostiene, démosle dotación para que remar sea más sencillo, trasladémosle confianza y apoyo porque estoy convencido que en un periodo corto de tiempo con la dedicación que ponen en su trabajo ese barco dejara de remar para tener motores con los que competir con las fragatas que se encuentran en este mar.