domingo, 17 de noviembre de 2013

ZIDANES Y PAVONES (POR CYA)

CYA
Que buen ejemplo experiencia y juventud, clase y ganas de ganar. Aquella plantilla aparentemente de futbolistas consagrados que van a un club solo para tener gloria en sus últimos coletazos deportivos. Una plantilla que tenía una media de edad de 29,8 años con un palmarés envidiable en la mayoría de sus integrantes…..

¿PERO COMO ES POSIBLE QUE GANEN LA OCTAVA COPA DE EUROPA?

Esta gente no se cansa de ganar, es innato, la competición corre por sus venas y lo más importante de todo… cada uno sabe lo que tiene que hacer. El gran Michel Salgado no iba a hacer la “elástica” de Ronaldinho pero madre mía… ¿Cuántos pulmones tenía ese señor? Es la esencia del gran fútbol, del fútbol de equipo, las individualidades al servicio de un conjunto.
Esto me hace pensar que en mayor o menor medida ya sea en fútbol de primer nivel o las categorías autonómicas del sur de la India, si cada uno da lo mejor de sí y lo pone al servicio de un conjunto las cosas podrían salir bien o mal pero nos quedaríamos con la satisfacción del deber cumplido, del tener la certeza de que no se pudo dar más y que influyeron otros factores para no tener éxito.

Vamos a darle una vuelta más a la tuerca y vamos a buscar un motivo de motivación. “Los Galácticos” son profesionales que cobran un generoso sueldo por lo que hacen, pero en el futbol aficionado no es así. Pensemos en la carga económica que soportan estos pequeños clubes para la formación y mantenimiento de los equipos y sin pedir nada a cambio.
Equipos aficionados que quieren salir a divertirse a los campos de fútbol porque les supone una evasión de la vida rutinaria o porque quieren ponerse a prueba personalmente y desean saber cuál es su límite, háganlo pero no salgan auto engañándose diciendo que quieren divertirse, salgan sabiendo que no les gusta perder ni jugando al parchís y compitan sabiéndose de sus cualidades y nuevamente pónganlas al servicio de su club. Si algún día paráramos el partido y miráramos alrededor nos daríamos cuenta de la gente que está con nosotros, gente que quiere presumir de su equipo cuando acaben los 90’.

Digo esto porque cuando gano me divierto y me voy contento a casa y cuando no compito me acuerdo de lo bien que estaría en casa viendo una película o tomando algo con los amigos.

Por todo esto y por muchas más cosas, porque no podemos ser optimistas y pensar en que también existen los “Churras y Robertos”.