Adrián Gómez |
PREGUNTA (P): ¿Quién es Adrián (como persona) y a que se dedica?
RESPUESTA (R): Pues actualmente me dedico a labores de comercial en el ámbito de la pintura (más bien en talleres de automoción) y me considero una persona reservada, trabajadora, amigo de sus amigos y sobre todo comprometida.
(P): ¿Cual fue tu trayectoria deportiva tanto de jugador como de entrenador?
(R): Pues larga la verdad, como jugador me formé en Betanzos, después vine a Ferrol por motivos laborales de mi padre, y me inicié en el Libunca donde jugaba mi primo, de ahí me llamaron para el antiguo San Rosendo en cadetes, pudiendo jugar División de Honor. Posteriormente Meirás en la misma categoría y el primer año juvenil, del cual me ofrecieron jugar en Coruña al Montañeros. Esa etapa coruñesa fue bonita, jugando Liga Nacional y ascendiendo a División de Honor juvenil. Volví a la comarca ya en senior con el Maniños, posteriormente Narón Balompié donde pude debutar en Tercera División, San Mateo, y vuelta a Maniños donde me retiré, aunque mato el gusanillo en los veteranos del Betanzos todavía. Como entrenador de porteros, Maniños, Narón Balompié en Preferente, volvía a Maniños de nuevo pero una oferta irrechazable del Racing Villalbés llegó y estuve varias temporadas allí muy contento. Decidí renunciar por motivos laborables y de conciliación, tomarme un tiempo de descanso pero…ante una llamada de mi “casa” no pude negarme a regresar.
(P): Vamos por partes has tenido varias idas y venidas a lo largo de los años, ¿como fueron tus llegadas y salidas de O Pote?
(R): Mi llegada en 2003 fue en mi ultimo año juvenil, con la temporada empezada. El equipo no estaba bien, buscaba portero y yo necesitaba minutos que no tenía en el Montañeros en ese momento. Posteriormente me fui a un proyecto ambicioso en aquel momento como era el filial del Narón. En mi segunda etapa como portero del club, fue curioso ya que hubo interés mutuo y se dieron las circunstancias para que volviera de la mano de Mahía. Como entrenador de porteros ya fue otra historia, tanto personal como deportivamente había mas factores a tener en cuenta, pero al final todo llegó hasta el punto en el que estamos ahora.
(P): Vamos por partes has tenido varias idas y venidas a lo largo de los años, ¿como fueron tus llegadas y salidas de O Pote?
(R): Mi llegada en 2003 fue en mi ultimo año juvenil, con la temporada empezada. El equipo no estaba bien, buscaba portero y yo necesitaba minutos que no tenía en el Montañeros en ese momento. Posteriormente me fui a un proyecto ambicioso en aquel momento como era el filial del Narón. En mi segunda etapa como portero del club, fue curioso ya que hubo interés mutuo y se dieron las circunstancias para que volviera de la mano de Mahía. Como entrenador de porteros ya fue otra historia, tanto personal como deportivamente había mas factores a tener en cuenta, pero al final todo llegó hasta el punto en el que estamos ahora.
(P): Tu primer año en Maniños fue en la lejana temporada 2003/04 con el equipo en Primera Regional y con Carlos Cotón en el banquillo y tu aún siendo juvenil...
(R): El club en ese momento era algo completamente diferente a lo que es ahora. Solo existía el equipo senior, el campo estaba como estaba, pocos apoyos, pero con gente en la directiva muy trabajadora y fiel. Recuerdo esa etapa como dura, por el descenso a 2ª Autonomica, pero para mi fue un golpe de realidad, venir de juvenil a modestos era un cambio, pero ni de lejos como es ahora. Era otro fútbol, más tosco, agresivo, intenso. Noté la diferencia, pero me sirvió de muchísimo.
(R): El club en ese momento era algo completamente diferente a lo que es ahora. Solo existía el equipo senior, el campo estaba como estaba, pocos apoyos, pero con gente en la directiva muy trabajadora y fiel. Recuerdo esa etapa como dura, por el descenso a 2ª Autonomica, pero para mi fue un golpe de realidad, venir de juvenil a modestos era un cambio, pero ni de lejos como es ahora. Era otro fútbol, más tosco, agresivo, intenso. Noté la diferencia, pero me sirvió de muchísimo.
(P): Permaneces dos temporadas en O Pote y marchas para el filial del Narón Balompé en cuyo primer equipo llegas a debutar en Tercera División, ¿que recuerdas de esa etapa
(R): Teníamos un equipazo en ese filial entrenado por Cata. Mucha calidad, un grupo humano genial, y una categoría que tenía un nivel increíble. Posiblemente de los años que más disfruté del fútbol. Mi debut en Tercera fue anecdótico. Hubo lesiones, expulsiones, cambios, etc y estaba en el lugar adecuado como se suele decir. Estuve 26 partidos como suplente de Simón y debuté en Portonovo por una sanción de 5 amarillas, jugué otro partido al final de temporada como premio a mi trabajo, contra el Cruceiro de Hío. Un bonito recuerdo compartiendo vestuario con grandísimos jugadores.
(P): En la temporada 2010/11 te incorporas al equipo de nuevo ¿Cuales fueron los motivos para volver y que Maniños te encontraste?
(R): Había sido padre, jugaba en San Mateo con mis amigos, con mi gente. Pero el cuerpo me pedía un cambio y poder jugar a un mejor nivel. El Maniños tenía el objetivo de volver a 1ª Autonomica y se dio la circunstancia, buscaban portero y yo estaba libre y dispuesto. El club realmente había dado pasos grandes y tenía una estructura clara. Equipos de base, mucha mejor organización, una mayor masa social…la mejora era evidente y futbolísticamente eramos un equipo de buen nivel.
(P): Y sigues hasta la 2012/13 en donde haces un primer amago de colgar las botas, como recuerdos esto y porque esa idea de retirarte tan joven...
(R): Empezaba a acusar el cansancio mental de mi rutina laboral y familiar. Me costaba entrenar, lo hacía con ganas y con todo el compromiso del mundo, pero ya no disfrutaba de la misma manera. Tenía inquietudes con el mundo de la portería pero de una manera didáctica, el poder enseñar cosas a los porteros que a mí nadie me había enseñado. Poder aportar mi granito de arena pero desde el otro lado, y ahí di el paso a un lado.
(P): Pero ante los graves problemas del equipo en la portería, vuelves al equipo en la 2013/14 y se consigue la permanencia y tu último partido es en A Malata y en la final de Copa.
(R): La verdad es que fue una mezcla de sensaciones. Estaba cómodo y feliz entrenando a porteros, pero todavía llevaba el fuego competitivo dentro. Surgió la oportunidad por otro cúmulo de problemas del equipo e intenté hacerlo lo mejor posible dentro de mi nivel y mis capacidades físicas (que tampoco eran las mejores). Fue agridulce, por una parte, salvarnos en 1ª fue una alegría tremenda, poder retirarme en una final de Copa en A Malata, un escenario de lujo fue muy bonito pero la tristeza de esa final … fue muy grande.
(P): Y ahí si, cuelgas definitivamente los guantes sin haber cumplido 30 años y te pasas al otro lado, al de entrenar porteros tu gran pasión ¿No te arrepientes desde la perspectiva de hoy haber parado tan pronto?
(R): Pues la verdad es que no. Hice lo que me llenaba realmente, que era entrenar, y esto me permitió experiencias muy bonitas posteriormente, junto con un gran abanico de posibilidades. Si que es verdad que todavía podía jugar más (y puedo realmente con 34 años que tengo) pero no sería lo mismo.
(P): ¿Cómo te definirías a ti mismo como portero?
(R): Sobrio, poco dado a la espectacularidad. Efectivo, sin adornos ni complicaciones. Se me daba bien el juego bajo palos y el uno para uno. Mis mayores defectos siempre estaban en el juego aéreo a pesar de ser relativamente alto.
(P): Te retiras definitivamente y la temporada siguiente te incorporas al Cuerpo Técnico del Club que encabezaba Julio Mourón pero aparece el Racing Villalbés y la oferta es demasiado tentadora...
(R): Para mi era la “ostia” . Entrenar a un nivel semiprofesional, con una exigencia alta, una categoría nacional, enfrentarte a equipos como el Compostela, Pontevedra, Deportivo B y un largo etc…tocar con la yema de los dedos un playoff a Segunda División B, poder tener a algunos de los mejores porteros de la liga a mi cargo. Fue algo que disfruté hasta el último segundo. Realizar planificaciones completas de trabajo, análisis de partidos, scouting de delanteros de la categoría para poder informar a mis porteros, unas instalaciones increíbles para trabajar…en fin. Una experiencia inolvidable, en club espectacular que me trataron de 10.
(P): Y sigues hasta la 2012/13 en donde haces un primer amago de colgar las botas, como recuerdos esto y porque esa idea de retirarte tan joven...
(R): Empezaba a acusar el cansancio mental de mi rutina laboral y familiar. Me costaba entrenar, lo hacía con ganas y con todo el compromiso del mundo, pero ya no disfrutaba de la misma manera. Tenía inquietudes con el mundo de la portería pero de una manera didáctica, el poder enseñar cosas a los porteros que a mí nadie me había enseñado. Poder aportar mi granito de arena pero desde el otro lado, y ahí di el paso a un lado.
(P): Pero ante los graves problemas del equipo en la portería, vuelves al equipo en la 2013/14 y se consigue la permanencia y tu último partido es en A Malata y en la final de Copa.
(R): La verdad es que fue una mezcla de sensaciones. Estaba cómodo y feliz entrenando a porteros, pero todavía llevaba el fuego competitivo dentro. Surgió la oportunidad por otro cúmulo de problemas del equipo e intenté hacerlo lo mejor posible dentro de mi nivel y mis capacidades físicas (que tampoco eran las mejores). Fue agridulce, por una parte, salvarnos en 1ª fue una alegría tremenda, poder retirarme en una final de Copa en A Malata, un escenario de lujo fue muy bonito pero la tristeza de esa final … fue muy grande.
(P): Y ahí si, cuelgas definitivamente los guantes sin haber cumplido 30 años y te pasas al otro lado, al de entrenar porteros tu gran pasión ¿No te arrepientes desde la perspectiva de hoy haber parado tan pronto?
(R): Pues la verdad es que no. Hice lo que me llenaba realmente, que era entrenar, y esto me permitió experiencias muy bonitas posteriormente, junto con un gran abanico de posibilidades. Si que es verdad que todavía podía jugar más (y puedo realmente con 34 años que tengo) pero no sería lo mismo.
(P): ¿Cómo te definirías a ti mismo como portero?
(R): Sobrio, poco dado a la espectacularidad. Efectivo, sin adornos ni complicaciones. Se me daba bien el juego bajo palos y el uno para uno. Mis mayores defectos siempre estaban en el juego aéreo a pesar de ser relativamente alto.
(P): Te retiras definitivamente y la temporada siguiente te incorporas al Cuerpo Técnico del Club que encabezaba Julio Mourón pero aparece el Racing Villalbés y la oferta es demasiado tentadora...
(R): Para mi era la “ostia” . Entrenar a un nivel semiprofesional, con una exigencia alta, una categoría nacional, enfrentarte a equipos como el Compostela, Pontevedra, Deportivo B y un largo etc…tocar con la yema de los dedos un playoff a Segunda División B, poder tener a algunos de los mejores porteros de la liga a mi cargo. Fue algo que disfruté hasta el último segundo. Realizar planificaciones completas de trabajo, análisis de partidos, scouting de delanteros de la categoría para poder informar a mis porteros, unas instalaciones increíbles para trabajar…en fin. Una experiencia inolvidable, en club espectacular que me trataron de 10.
(P): Y después de esta experiencia en Villaba y ya en el 2018 vuelves al Club para entrenar los porteros, ¿como surgió esa posibilidad?
(R): La verdad, mi idea era descansar y desconectar un poco del fútbol, venia de 4 temporadas muy intensas en Villalba. Mi trabajo me “obligó” a dejar de lado el fútbol exigente y Alfredo y Pablo Mesa contactaron conmigo y me convencieron para echar una mano, siempre dentro de mis posibilidades, que no son las mejores.
(R): La verdad, mi idea era descansar y desconectar un poco del fútbol, venia de 4 temporadas muy intensas en Villalba. Mi trabajo me “obligó” a dejar de lado el fútbol exigente y Alfredo y Pablo Mesa contactaron conmigo y me convencieron para echar una mano, siempre dentro de mis posibilidades, que no son las mejores.
(P): De todos es conocida tu pasión por el entrenamiento de porteros donde tu fuiste uno de los pioneros en Ferrolterra...
(R): Como dije anteriormente, tenía esa vocación por enseñar porque realmente, había un déficit horrible. En la comarca hubo siempre grandísimos porteros que con una buena base de entrenamiento específico, podrían haber llegado mucho más arriba, estoy seguro. Intenté empaparme de metodologías, observar a referentes como Sambade, Llopis, Hoek, Sotelo etc…y crear mi propio estilo, enseñar, corregir, y sobre todo potenciar las virtudes de los porteros y minimizar sus defectos, que es lo principal.
(P): Y ahora ya en faena ¿que valoración hace este trabajo y crees que tiene el suficiente reconocimiento?
(R): La verdad es que es muy satisfactorio en el sentido de que puedes observar la evolución, sobre todo en los más pequeños, de una manera muy notable. Merece mucho la pena, pero en realidad es como todo, no se hace por reconocimiento, se hace por vocación y pasión. Aunque si que es verdad que está, en general, muy poco reconocido. Todavía hay gente que piensa que ser entrenador de porteros es tirar 4 balones al portero y ya está. O viendo vídeos en YouTube ya lo eres, y es todo lo contrario…
(P): Vayamos a tu faceta de entrenador, ¿que intentas transmitir a tus jugador@s?
(R): Sobre todo confianza, es primordial. Intento crear un clima de camaradería, de familia, donde el portero pueda sentirse seguro, pueda expresar sus frustraciones con el partido que hizo el domingo, alegrarse por sus aciertos, y que se sienta arropado en sus errores. Eso es la base de todo. Luego podremos mejorar o no aspectos tácticos o técnicos, pero sin el buen rollo, sin la confianza en lo que hacen, y sin la confianza en lo que les propongo, no podremos conseguir nada.
(R): Sobre todo confianza, es primordial. Intento crear un clima de camaradería, de familia, donde el portero pueda sentirse seguro, pueda expresar sus frustraciones con el partido que hizo el domingo, alegrarse por sus aciertos, y que se sienta arropado en sus errores. Eso es la base de todo. Luego podremos mejorar o no aspectos tácticos o técnicos, pero sin el buen rollo, sin la confianza en lo que hacen, y sin la confianza en lo que les propongo, no podremos conseguir nada.
(P):¿Hay gran diferencia en los entrenamientos a los porteros de F11 o de F8?
(R): Las hay, básicamente por los aspectos físicos y cognitivos de los porteros. Existen muchas tareas que son adaptables en dimensiones y edades, pero hay muchas también que son totalmente contraproducentes para realizarlas en pequeños guardametas. Uno de los errores más comunes es el juego aéreo. No se puede trabajar de la misma forma en un niño de 8 años que un adolescente de 15. Básicamente por que un niño de 8 años no es capaz de calcular de manera eficiente la trayectoria de un balón que le llega por el aire. Es una cuestión de maduración.
(P): El Maniños siempre apostó por la figura del entrenador de porteros, anteriormente pasaron por ahí Samuel, David Freire, Iñaki, Andrés Pena, Pablo el portero juvenil, tu mismo... ¿Crees en la evolución de un portero sin entrenamiento específico?
(R): Rotundamente no. El entrenamiento específico es la base de todo, y sin ella, estamos condenados a vivir con porteros de puro talento, como pasaba hace muchos años. Y puede salir bien si consigues ese talento puro, esas condiciones innatas de velocidad de reacción, de agilidad, de potencia…pero sin trabajo detrás…no lo veo. Creo firmemente en lo que hacemos.
(R): Las hay, básicamente por los aspectos físicos y cognitivos de los porteros. Existen muchas tareas que son adaptables en dimensiones y edades, pero hay muchas también que son totalmente contraproducentes para realizarlas en pequeños guardametas. Uno de los errores más comunes es el juego aéreo. No se puede trabajar de la misma forma en un niño de 8 años que un adolescente de 15. Básicamente por que un niño de 8 años no es capaz de calcular de manera eficiente la trayectoria de un balón que le llega por el aire. Es una cuestión de maduración.
(P): El Maniños siempre apostó por la figura del entrenador de porteros, anteriormente pasaron por ahí Samuel, David Freire, Iñaki, Andrés Pena, Pablo el portero juvenil, tu mismo... ¿Crees en la evolución de un portero sin entrenamiento específico?
(R): Rotundamente no. El entrenamiento específico es la base de todo, y sin ella, estamos condenados a vivir con porteros de puro talento, como pasaba hace muchos años. Y puede salir bien si consigues ese talento puro, esas condiciones innatas de velocidad de reacción, de agilidad, de potencia…pero sin trabajo detrás…no lo veo. Creo firmemente en lo que hacemos.
(P): ¿Que opinas del llamado portero moderno que tiene que jugar casi como un jugador con los pies en contraposición del portero tradicional que su única misión es parar?.
(R): El fútbol avanza como todo en la vida, y era innegable que esto tenía que suceder. A mí me pilló de portero en pleno cambio y yo, como muchos otros, tenía grandes carencias en el juego con los pies. Por suerte eso se puede mejorar muchísimo, con trabajo, desde muy pequeños. Personalmente, soy más de la vieja escuela, me gusta el portero parador, el que es decisivo en los palos, aunque la tendencia sea la de construir porteros anticipadores y creadores de juego.
(P): ¿Y del otro dicho de que para ser un buen portero hay que ser alto?
(R): Se está viendo con los años que cada vez tenemos más porteros en élite de 1,90 y en la base cada vez más bajos. Es algo extraño, pero soy de los que opinan que con una buena base técnica y mucho trabajo, puedes ser un gran portero aunque midas 1,70. Está claro que con 1,85 es más probable que puedas optar a cotas altas, pero todo se puede lograr.
(P): Has entrenado equipos o sólo porteros, si es así ¿donde te encuentras más cómodo?
(R): Mi hábitat ha sido siempre la portería y no concibo otra cosa (a pesar de tener la titulación) Nunca me han gustado los egos que a veces hay en los vestuarios, y es algo que apenas se ve en los porteros. Somos de otra raza, pienso que el ambiente es mucho más sano a pesar de ser un puesto mucho más radical y doloroso en todos los sentidos. Por el titular y por el suplente, por las críticas y los errores. Nuestra mochila es complicada de llevar.
(P): De tu trayectoria deportiva cual fue ese momento que te marcó, que nunca podrás olvidar y cual fue ese momento negativo que tampoco podrás olvidar (deportivamente hablando)
(R): Es muy difícil, son muchos años en distintos equipos y ámbitos. Como negativos, los descensos son muy duros, los goles por errores propios también, pero la final de A Malata frente al Miño fue muy dura. Mi último partido. Los positivos al final son recompensas que te deja el fútbol, y a veces una temporada tranquila con un gran vestuario puede dejarte mejor recuerdo que un triunfo significativo.
(R): El fútbol avanza como todo en la vida, y era innegable que esto tenía que suceder. A mí me pilló de portero en pleno cambio y yo, como muchos otros, tenía grandes carencias en el juego con los pies. Por suerte eso se puede mejorar muchísimo, con trabajo, desde muy pequeños. Personalmente, soy más de la vieja escuela, me gusta el portero parador, el que es decisivo en los palos, aunque la tendencia sea la de construir porteros anticipadores y creadores de juego.
(P): ¿Y del otro dicho de que para ser un buen portero hay que ser alto?
(R): Se está viendo con los años que cada vez tenemos más porteros en élite de 1,90 y en la base cada vez más bajos. Es algo extraño, pero soy de los que opinan que con una buena base técnica y mucho trabajo, puedes ser un gran portero aunque midas 1,70. Está claro que con 1,85 es más probable que puedas optar a cotas altas, pero todo se puede lograr.
(P): Has entrenado equipos o sólo porteros, si es así ¿donde te encuentras más cómodo?
(R): Mi hábitat ha sido siempre la portería y no concibo otra cosa (a pesar de tener la titulación) Nunca me han gustado los egos que a veces hay en los vestuarios, y es algo que apenas se ve en los porteros. Somos de otra raza, pienso que el ambiente es mucho más sano a pesar de ser un puesto mucho más radical y doloroso en todos los sentidos. Por el titular y por el suplente, por las críticas y los errores. Nuestra mochila es complicada de llevar.
(P): De tu trayectoria deportiva cual fue ese momento que te marcó, que nunca podrás olvidar y cual fue ese momento negativo que tampoco podrás olvidar (deportivamente hablando)
(R): Es muy difícil, son muchos años en distintos equipos y ámbitos. Como negativos, los descensos son muy duros, los goles por errores propios también, pero la final de A Malata frente al Miño fue muy dura. Mi último partido. Los positivos al final son recompensas que te deja el fútbol, y a veces una temporada tranquila con un gran vestuario puede dejarte mejor recuerdo que un triunfo significativo.
(P): Como parte del Club, analicemos esta temporada, el equipo después de una primera fase que cumplió sin apuros ahora parecía en esta fase final que iba de menos a más ¿Cómo analizas esta trayectoria deportiva?
(R): Ha sido una temporada complicada en el sentido de que no fue fácil cogerle el punto a la competición. El shock del descenso, el volver a remar para poder meterse arriba y mentalizarse del objetivo…estaba claro que no sería un camino de rosas pero justo este parón llegó en el mejor momento del equipo, era el momento físico y mental.
(R): Ha sido una temporada complicada en el sentido de que no fue fácil cogerle el punto a la competición. El shock del descenso, el volver a remar para poder meterse arriba y mentalizarse del objetivo…estaba claro que no sería un camino de rosas pero justo este parón llegó en el mejor momento del equipo, era el momento físico y mental.
(P): ¿Cual crees que es la mejor solución para terminar la temporada?
(R): Es muy difícil tomar una decisión porque hay muchísimas cosas en juego, no solo deportivamente, sino económicamente, salud etc…sería una pena dejar sin recompensa el trabajo del equipo, pero hay que acatar lo que decidan los organismos competentes.
(P):¿Que balance haces de tu paso por O Pote tanto como jugador como entrenador?
(R): Positivo siempre, aprendí muchas cosas, conocí a grandes personas, implicadas y desinteresadas, una gran familia en todos los sentidos. O Pote siempre suma, nunca resta.
(P):¿Que balance haces de tu paso por O Pote tanto como jugador como entrenador?
(R): Positivo siempre, aprendí muchas cosas, conocí a grandes personas, implicadas y desinteresadas, una gran familia en todos los sentidos. O Pote siempre suma, nunca resta.
(P): ¿Crees que el Club evolucionó de la manera adecuada en todos estos años?. ¿Algún consejo?
(R): Totalmente, al 100% Cada vez se están dando mejores y grandes pasos. El camino es el correcto.
(P): Para ir terminando ¿Que significa el Cultural Maniños para ti?
(R): Es mi casa, el lugar que siempre me acogió con los brazos abiertos, que siempre apostó por mi, que me permitió avanzar y confió en mi. Y yo siempre estaré para lo que necesite el club.
(P): ¿Quieres decir algo a todos los aficionados que te estén leyendo?
(R): Que no duden en alentar y acompañar al equipo como lo están haciendo y siempre han hecho. Volveremos muy pronto al tapete de O Pote y esperamos darles grandes alegrías, siempre desde nuestro trabajo, que es lo más importante que podemos dar.
GO MANIÑOS
(P): ¿Quieres decir algo a todos los aficionados que te estén leyendo?
(R): Que no duden en alentar y acompañar al equipo como lo están haciendo y siempre han hecho. Volveremos muy pronto al tapete de O Pote y esperamos darles grandes alegrías, siempre desde nuestro trabajo, que es lo más importante que podemos dar.
GO MANIÑOS