
Bravo por esos valientes, pocos pero con mucha alma que hasta el último
minuto del último partido se batieron como jabatos, sin obtener recompensa,
trabajando y sufriendo en cada cada minuto de cada partido, bravo por esos
juveniles que dieron folgos a los más agotados cuando las piernas fallaban, que
no el corazón. Bravo por esa junta directiva, bravo por los técnicos y bravo
como no por la afición.
Toca volver, volver a empezar. Volver a donde este Maniños se merece, a
donde estoy seguro que pronto volverá. Nada nuevo para una Cultural que sigue
mirando al frente, las chicas campeonas y a punto de doblete, la base en
crecimiento, el campo luciendo sus mejores galas y mucho por venir, todo preparado para que
los modestos vuelvan a vibrar con los gritos del ascenso.
La próxima temporada, estoy seguro, más y mejor.